
De
personalidad extrovertida, manejaba un humor entre la ironía y el sarcasmo.
Recordaba, divertido, dos anécdotas: la vez que se quedó a trabajar hasta tarde con Martín, éste repetía una y otra vez la canción ‘Igual que ayer’, de Los Enanitos Verdes, y la vez que le confesó su amor por la cantante Paulina Rubio, integrante del grupo Timbiriche, de moda en los 80. Su fervor llegaba al grado de rondar el gimnasio al que ella asistía, solo para mirarla y admirarla.
Recordaba, divertido, dos anécdotas: la vez que se quedó a trabajar hasta tarde con Martín, éste repetía una y otra vez la canción ‘Igual que ayer’, de Los Enanitos Verdes, y la vez que le confesó su amor por la cantante Paulina Rubio, integrante del grupo Timbiriche, de moda en los 80. Su fervor llegaba al grado de rondar el gimnasio al que ella asistía, solo para mirarla y admirarla.
Orgulloso de
su origen universitario, era un idealista y gran defensor de las causas
sociales. Fue activista en el movimiento universitario que dio origen al
Consejo General de Huelga (CGH), en 1999.
El tema fue
motivo de algunos debates entre ambos.
En uno de
ellos, él argumentaba a Martín, que ese tipo de movimientos no surgían desde el
estudiantado. Opinaba que eran creados y manejados por los partidos políticos
y/o por las autoridades universitarias. Individualista como era, también creía que
no había en los líderes un fin más allá de sus intereses personales.
La emoción
con la que Martín hablaba del movimiento, le hizo recordar con nostalgia como
las guardias con sus camaradas se convertían en tertulias intelectuales donde
lo mismo se discutía sobre Marx y Bakunin, que sobre la trova latinoamericana.
Mercedes Sosa, Víctor Jara, y los cubanos Pablo Milanés y Silvio Rodríguez eran
algunos de los cantautores que escuchaban en aquellas frías madrugadas.
Un día Martín lo invitó, entusiasmado, a una guardia nocturna que haría en la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la UNAM. Al llegar y mientras lo saludaba con un
abrazo, no pudo evitar estallar en sonora carcajada. El grupo en la guardia,
del movimiento más grande del que se tenga memoria desde el 68 cantaba, a la luz de una fogata, canciones
del grupo Timbiriche. Y eran, por supuesto, las interpretadas por Paulina Rubio…
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