jueves, 13 de abril de 2017

Viaje Musical (3)

En cuanto al rock nacional, lo siguió a partir de conocer a Spiders, un grupo de Guadalajara que cantaba en inglés. Después, La Revolución de Emiliano Zapata antes de devenir en grupo de baladas románticas. Dangerous Rhytm, Sombrero Verde (que después se convertirá en Maná), Rostros Ocultos, el Mask de José Fors, Iconoclasta, Chac Mool y un grupo extraordinario de rock progresivo que conoció cuando fueron a tocar a CCH Naucalpan: Música y Contracultura. Tuvo la oportunidad de ver en Rocotitlán a Las Insólitas Imágenes de Aurora, el antecedente de Caifanes.
La Cuca, La Maldita Vecindad y los hijos del quinto patio, Café Tacuba, Santa Sabina, La Lupita, Kenny y los Eléctricos, Jaime López, Real de Catorce y un largo etcétera.
En su camino también aparecieron bandas latinoamericanas y españolas: Soda Stereo, Charly García, Sui Generis, Seru Giran, Rata Blanca, Enanitos Verdes, Los Fabulosos Cadillacs, Duncan Dhu, Radio Futura, Los Héroes del Silencio, Los Toreros Muertos, Asfalto, Jarabe de Palo.
En su primer trabajo formal conoció a Paco, quien lo acercó al folclor latinoamericano: Inca Taki, los Kalchakis, Atahualpa Yupanqui, Victor Jara, Guadalupe Trigo y varios más. A través del él conoció también a Guadalupe Pineda y Tania Libertad.
A Marcelino, un bulleador mimado quien lo indujo a Supertramp y le presto el París, el mejor disco en vivo que ha escuchado en su vida.
También a Luis, un "pequebu" (pequeño burgués) de la Narvarte, quien era constantemente "bulleado" por el aspecto andrógino que le daba el gran parecido que tenía con su hermana, una mujer bellísima. Con el conoció a Luis Eduardo Aute, Joan Manuel Serrat, Victor Manuel, Ana Belén, Fernando Delgadillo y a Miguel Ríos.
En los 90, de la mano de Radioactivo, conoció a The Black Crowes, Pearl Jam, Oasis, Foo Fighters, Coldplay (la versión soft de Radiohead), Silverchair, Rage Against the Machine. Alejandro Ruiz, un chavillo rockero que trabajó con él, le "donó" el Fourteen Thousand Three Hundred Eighty Four Days Later de Human Drama, el segundo mejor disco en vivo que ha escuchado (solo detrás del París de Supertramp).
Se volvió fan de la poesía de Fito Páez a partir del Euforia.
En los albores del nuevo siglo ya con Reactor 105 como nueva guía, conoció a Yeah, Yeah, Yeahs, The White Stripes, y Audioslave. También a The Strokes, The Killers, Mago de Oz y Muse, que fueron recomendaciones de su hijo adolescente.
En 2005 se formó dos horas en el Mixup de la Zona Rosa para ser uno de los primeros en comprar el Frances The Mute de los texanos The Mars Volta (promoción lanzada por Reactor para llevarte de regalo el Live at the Electric Ballrooms de la mismo grupo), banda que de entrada lo impresionó, aunque en una escucha más atenta sonaba a todo (Rush, Camel, Pink Floyd, King Crimson, Genesis).
Se volvió admirador de la interpretación de Andrés Calamaro, El Salmón,  desde que llegó a sus manos el Tinta Roja, y de su lírica en los discos de su autoría.
Sabedora de su curiosidad musical, su hija le compartió a Linkin Park y a Slipknot.
El último grupo que lo impresionó fue Radiohead a los cuales, en un principio,  se negó a escuchar más allá de Creep. La canción  no le prometía mucho de la banda. Pensó que Tom Yorke y compañía no iban más allá de la sencillez de esa rola. Muchos años después, durante una reunión, un amigo músico lo invito a escuchar un disco.
- Te va a gustar -
Se olvidó de la conversación. No pudo dejar de prestar atención a la musica que salía de las bocinas.
- ¿Quién toca? ¿Qué disco es? - preguntó.
- Ah, es el OK Computer de Radiohead -
El siguiente fin de semana se lanzó a comprar toda la discografia. Se convirtió en su banda favorita. Considera que es, sin la psicodelia, el grupo más experimental desde Pink Floyd.
Hoy, sigue a la espera de algo nuevo que lo conmueve o lo impresione...

miércoles, 12 de abril de 2017

Angelina

 La conoció en la universidad. Él, cuarentón. Ella, en la frontera de los treinta. Sebastián la miró de lejos, y Angelina, amable como era, se acercó a saludar al grupo en el que él se encontraba. Un oleaje de infinita ternura explotó en el interior de Sebastian cuando sintió, casi al mismo tiempo, su mirada, su mano al saludarlo y sus labios en la mejilla, muy cerca su boca. A partir de ese momento, Sebastián supo que la amaría a hasta su último aliento. Supo también que, al menos en lo inmediato, no tendría nada con ella. Sebastián se dio cuenta al poco tiempo de tratarla, que Angelina estaba en busca del desmadre perdido. Daba la impresión que estaba también en busca de la pasion fácil. Esa que entra por los ojos y quema la piel. Sebastián pensó que él sólo podía ofrecerle la que se construye desde el amor, poco a poco. A partir de ese día, para Sebastián, todo cobró sentido. La risa, las canciones, la poesía, la que leía y la que escribía. Antes de ella, acostumbrado a la soledad, su poesía era sombría, inquietante, existencialista, demoledora. Una vez, con el ánimo de ofenderlo, alguien le dijo que era un remedo de Edgar Alan Poe. Sebastián se lo tomó con humor. Angelina hizo que floreciera una vena amorosa, romántica y diría que cursi, hasta entonces ajena a él.
Al terminar la universidad, dejó de verla, pero su recuerdo estuvo siempre presente. Algunas veces la buscó. La invitaba a salir, pero ella, que manejaba con maestría el arte de vender espectativas, solo daba largas y nunca se concretaba nada. Nunca entendió porque la quería como la quería. No era algo fisico. Sentía con ella una conexión profunda, casi espiritual. Un amor más allá del deseo y del sentido de posesión. Después de muchos años aún no entendía por que al verla, al abrazarla o pensarla, no se inquietaba, no sentía turbación o excitación. Sólo pensaba, desde una calma y tranquilidad casi exquisitas, en procurarla, cuidarla, protegerla.
5 años despues, una situación casi cómica hizo que entraran en contacto y Angelina, para sorpresa y felicidad de Sebastián, aceptó comer con él. En los meses siguientes salieron varias veces. Él no cabía de felicidad. Volvió a pensar en que la quería. Y que la principal razon por la que la quería era porque sabía lo que significaría la vida a su lado. Sebastian, alejado desde niño en todos los sentidos de su familia, se reconocía fuerte y determinado, pero sabía que, con Angelina a su lado, sería invencible y poderoso. En los siguientes meses se siguieron viendo, aunque las entrevistas fueron cada vez más esporádicas. Durante ese tiempo Sebastián intentó que Angelina fuera parte de su vida, de la forma que fuera. La necesitaba. Se hizo consciente de que era adicto a ella. A sus abrazos, a su risa, a su sonrisa, a sus ojos, a su mirada, a su andar. Angelina significaba el fin de su búsqueda, la culminación de su espera. Era el fin de todo. El principio de todo.
Sin embargo, Angelina desapareció. Alguna vez leyó que el sentimiento contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia, y muy a su pesar, reconoció que eso era lo único que inspiraba en ella. Entonces entendió que ella nunca lo querría, que nunca se casaría con ella, que nunca tendrían hijos juntos. En un arranque egoísta, desesperado, se hizo conciente de que quizás lo único que le quedaba era lograr no perder a la persona en la que se convertía cuando estaba cerca de Angelina. Buscaría mantenerla a su lado. Aunque fuera como amigos.
No obstante, sabía que no volvería a verla...

martes, 11 de abril de 2017

Viaje Musical (2)

En el laboratorio entabló amistad con Mónica y Juan Luis, pareja de novios que supervisaban a los clientes que asistían a sus sesiones de cienciología. Compartieron con él su gusto por el jazz fusión: Sky, Deodato, Spiro Gyra. Asimismo, tuvo la oportunidad de conocer a Miguel Ángel "Nano" Concha, bajista del grupo chileno Los Ángeles Negros, quien influyó para que se enamorara de ese instrumento. También (y ésto fue el parteaguas que determinó de por vida su gusto musical), al hermano del dueño de una de las tiendas de discos más importantes de la época. En una de sus sesiones les preguntó si les gustaba el rock pesado (escuchaban el álbum homónimo de Van Halen).
- Si - respondieron.
- ¿Han escuchado algo de rock progresivo?
- No-
- La próxima vez que venga les traeré algo.
En su siguiente visita les entregó un cassette.
Lo que escucharon los dejó sin aliento. Era el Selling England by the Pound, de Genesis. La rola que abre, Dancing With the Moonlit Knight, junto con Firth of Fifth y The Cinema Show, fueron la la guía definitiva para orientar su gusto musical. Él y su hermano se dividieron el abanico de grupos de rock progresivo en un acuerdo tácito para la compra de discos. Su hermano se quedó con los "derechos" de Pink Floyd, Yes y Jethro Tull y King Crimson, entre otros y él con los de Kansas, Genesis, The Alan Parsons Project, y los italianos The New Trolls y Le Orme, y los alemanes de Eloy entre otros. Sin embargo, él se mantuvo más abierto cuanto a géneros y grupos convirtiendo su gusto en algo más ecléctico. Por esa misma época fue lector de las revistas Conecte y Sonido.
En una fiesta de fin de año, su prima Edna lo puso en contacto con Rush a través del Moving Pictures. Cayó rendido ante la sinergia perfecta del sonido de la banda. Un trío básico de guitarra, bajo y batería, enriquecido con el uso de sintetizadores.
Mientras, en la prepa conoció a cuatro amigos. Gustavo, que le regaló un cassette del dulcísimo Dan Fogelberg, el "Gonzo", "marxista" que lo invitó a escuchar a Pablo Milanes, Silvio Rodríguez y Mercedes Sosa, a Jorge Castelan, quien le compartió su gusto por El Tri y su pasión por The Doors y al Cid, fanático de Julio Jaramillo. También a un trío de rockeros, "La Niña", "La Gorda" y "La Vanessa", con quienes acrecentó su acervo de grupos y discos de rock. Insoportable un grupo de amigos que se la pasaban tocando y cantando a José José con las muchachas poniendo ojos, según ellas, de enamoradas.
En el transcurso de los 80, y ya con Rock 101 (y su contraparte WFM promotora de lo socialmente aceptable) marcando la pauta, tanto de la contracultura como de lo nuevo que se escuchaba de rock en México, se dejó seducir por, Duran Duran, A Flock of Seagulls, The Cure, The Stone Roses, The Smiths, Joy Division, Depeche Mode, Nirvana, Green Day, Stone Temple Pilots, Soundgarden, The Fixx, REM, el reggae de Bob Marley & The Wailers, y el delicioso East of the Sun, West of the Moon de A-ha. También del grupo británico Marillion, quien rescató el rock progresivo. De destacar su descubrimiento de The Sugarcubes cuya cantante (Bjork), lo impresionó con su calidad interpretativa y presencia escénica. Se volvió su fan.
Fue asiduo visitante del Tianguis Universitario del Chopo, donde se podía hacer trueque con discos, cassettes y demás parafernalia rockera. Se podían conseguir discos de importación (allí compró su primer disco importado. El Hotter than july, de Stevie Wonder), discos piratas, que eran producciones hechas fuera de la industria, y no copias como lo son ahora. Fue testigo de como un señor pago $500.00 de la época por el American Prayer, LP importado de poemas de Jim Morrison musicalizado por The Doors. En ocasiones gastaba todo su sueldo en discos y tenía que pasar a dejarlos en casa de su novia para que su madre no se diera cuenta. También visitaba las tiendas de discos de la época: Discos Briyus, Zorba, Super Sound, Hip 70, Discos Aquarius. En Super Sound adquirió toda la discografía de Rush.
También visitaba tiendas de discos de barrios populares buscando "joyitas" que sabía, por el perfil de sus clientes, nadie les haría caso. Las escondía detrás de los discos de cumbias para después regresar por ellos. Así se hizo, en una tienda en Tlalnepantla, del Tales from the Topographic Oceans de Yes, y de los Danger Money y Night After Light de UK entre muchos otros...

domingo, 9 de abril de 2017

Viaje Musical (1)

Los primeros recuerdos en su memoria musical eran de Alfonso Balderas Jimenez, su padre, su papi como el lo llamaba, poniendo discos en su consola. La Sonora Santanera, Daniel Santos, Mike Laure, Sonia López y otros artistas de la época. Inolvidables momentos cuando lo veía escuchar y cantar, una y otra vez, 100 años de Pedro Infante y Mi razón de la Santanera.
Con su hermana adolescente a inicios de los 70, escuchó a Carlos Lico, Héctor Meneses, Roberto Jordan, La Tropa Loca, Los Solitarios, Los Jinetes, Los Terrícolas, Napoleón, Los Ángeles Negros, José José (que desde entonces nunca fue de su gusto) y por supuesto, Juan Gabriel, quien fue su favorito durante los últimos años de su niñez. Nunca entendió como la gente se podía identificar con las letras de las canciones, sobre todo las sufridas, las que hablaban de desamor y abandono. Desde entonces, algunas le parecían cómicas y hasta ridículas. Él escuchaba las canciones por el ritmo y la melodia. Ponía atención a las letras que consideraba cercanas a la poesía, a la que se aficionó desde entonces.
Quien lo introdujo a la música en inglés fue su cuñado, gran fanático de The Beatles. También le enseñó a apreciar el sonido estereo. Era mágico como, al escuchar la música con audifonos, el sonido se repartía dentro de su cabeza. Podía identificar perfecto cada uno de los instrumentos. A finales de los 70 y ya afincado en Satélite, durante la secundaria su amigo "El Gallo" lo introdujo al rock de finales de los 60 y principios de los 70: Creedence, Deep Purple, Black Sabath, Peter Frampton, Bob Dylan, Queen, The Rolling Stones. Alucinó con el Made in Japan de Deep Purple, el Recorded Live de Ten Years After, y con los Led Zeppelin I, II, III y IV.
Por supuesto, el movimiento de la música disco le pasó desapercibido y consideró al movimiento punk  prefabricado y etiquetado de origen, rehuyó incluso a Sex Pistols y The Ramones. Del new wave post punk se quedó con The Clash y The Police.
A inicios de los 80, y refugiado en la radio de la época (Radio Universal, La Pantera y Radio Capital), la principal fuente para acercarse al rock (genero que estaba por quedarse como el eje de su gusto musical), comenzó su melomanía.  El primero disco que compró fue el sencillo (45 Rpm) Living thing, de Electric Light Orquesta, a quien siguió mientras mantuvieron su sección de cuerdas. Showdown, su rola favorita. Deslumbrante su álbum Time, una joya de electro-progresivo.
A principios de los 80 escuchó por primera vez a U2 con New years day del álbum War y los siguió, en retrospectiva y hasta el Atchung baby. Con Miguel, su compañero de deportes descubrió a Journey cuando, después de comprar el cassette del Escape, éste lo invito, casi a escondidas, a escucharlo en el estéreo del coche de su papá. En la misma época entró en contacto con Reo Speedwagon, Styx y Toto.
Junto con su primo Javier se volvió fan de Iron Maiden con el The Number of The Beast.
Antes de ingresar a la prepa entró a trabajar a un taller de serigrafía por el rumbo de Tacubaya. Allí, de la mano de su primer novia, entró en contacto con la cumbia, la salsa y las fiestas sonideras callejeras. Será porque no le gustaba que nunca aprendió a bailar, así que no encontró en dichos ritmos (junto con lo grupero y la banda) nada que lo impresionara. En el primer año de la prepa trabajó, junto con su hermano, en unos laboratorios relacionados con la cienciología. El dueño era un sueco muy simpático con quien pasaban largos ratos hablando de música. Con él conoció a Manolo Sanlucar, y a Paco de Lucía, John McClaughin y Al DiMeola, con su fabuloso concierto Friday Night Live in San Francisco. Y por supuesto, a ABBA. Allí también conoció a Pepe y a Rafa, dos "satelucos" que alucinaban con AC/DC, Van Halen y The Who, y a un "chico disco", Javier, "El Muppet" otro "sateluco" que lo hizo revalorar algo de la música disco, principalmente a Donna Summer...

sábado, 8 de abril de 2017

Nómada Escolar

Hasta los 7 años fue un nómada escolar. No recordaba con precisión por cuantas escuelas había pasado el primer año de primaria. Sus estancias eran de semanas. A lo mucho de un par de meses. Tenia recuerdo de algunas de ellas por ciertas historias cómicas. En una, las niñas de sexto grado lo mimaban. Algunas le pagaban por dejarse cargar. Su tarifa era de diez centavos, aunque terminaba accediendo por cinco. En otra era muy disputado por su habilidad para jugar fútbol. Al llegar a casa, después de disputar las "cascaritas" como si estuviera en el Estadio Azteca, era reprendido por su madre por llevar los pantalones y el suéter raídos y sucios por los foules que le cometían, y las espectaculares paradas que hacía cuando le tocaba ser portero. El mayor reclamo era por los zapatos, siempre sucios y raspados de tanto patear el balón. Se abstuvo algún tiempo de jugar por miedo a los regaños y chanclazos de su madre, pero su pasión por el fut era tal, que encontró la solución en jugar descalzo, con los pantalones al revés, y despojado de la camisa escolar.
Otra fue un internado al pie del cerro del Chiquihuite. La experiencia fue enriquecedora. Paradójicamente, en el encierro se sentía más en libertad. Estudiaba, nadaba, corría, jugaba fútbol... y aprendió a decir groserías, aunque jamás fueron parte de su vocabulario. La disciplina era casi militar. Levantarse a las cinco de la mañana,  tender la cama de forma impecable, bañarse y estar listo a las 7 en el comedor para el desayuno, clases y actividades deportivas. A media tarde era libre de deambular por las instalaciones del internado hasta la hora de la cena. Las diferencias se dirimían mediante un "tiro", limpio, uno a uno, arreglado con los encargados de dormitorio, en la cancha de fútbol y de madrugada. Inolvidables las excursiones a las canteras del cerro del Chiquihuite y las incursiones clandestinas a medianoche a la cocina para, literalmente, robar pan y leche, cuando por estar jugando fútbol no llegaba a tiempo para la cena.
También estuvo en una de las llamadas escuelas de tiempo completo, entraba a las 7 directo a desayunar. Los martes, a pesar de la insistencia de su hermana quien lo veía desde la puerta, no entraba al comedor porque era día de huevo cocido. Lo detestaba. Al terminar las clases regresaba al comedor para la comida. Después de un tiempo de esparcimiento, entraba con su grupo a hacer la tarea. Al salir recibía un pan con mantequilla y azúcar. Su momento favorito del día.
Ya asentados en una unidad habitacional por el rumbo del Toreo de Cuatro Caminos su madre, preocupada porque ya había cumplido 7 años, mintió en la nueva escuela. Dijo que había perdido su boleta de primer año. Como ya sabía leer y escribir, y las operaciones matemáticas básicas, no tuvo ningún problema en ser aceptado. Así, fue inscrito en segundo grado sin haber cursado el primero.
El ambiente en la escuela, asentada a espaldas del Hospital Central Militar, era digno de una película de Luis Buñuel o de una pintura de Salvador Dalí. Pero esa es otra historia, pensó mientras escuchaba Old School Yard de Cat Stevens...

jueves, 6 de abril de 2017

Vanessa

La conoció en un seminario en la universidad. Llegar tarde hizo que ocupara el único asiento vacío del aula junto a ella. Ella pasó la clase compartiendo con él sonrisas, miradas, cuchicheos para (en ese momento él no lo sabía), darle celos a su novio sentado al otro lado de ella. Era hermosa, femenina, segura de si misma, apasionada, inteligente, culta, academicamente muy preparada. De mirada cálida y sonrisa franca, era esbelta, de cabello negrísimo. Sus ojos, color miel, eran tan expresivos que, como dijera Vicente Huidobro, podría haber sido muda. Y su sonrisa era cómo mirar el amanecer y el ocaso al mismo tiempo. Era lo que su imaginario había concebido como la belleza perfecta.
El último día del curso intercambiaron, como despedida, un beso que un titubeo hizo que casi se dieran en la boca. Él se cimbró de pies a cabeza.
Romántico como era, pensó que Vanessa le había conmocionado, emocionado y conmovido lo suficiente como para convertirse en inspiración, así que decidió convertirla en poesía.
Todo habría terminado allí de no ser porque semanas después recibió una llamada para invitarlo a la clausura del seminario de la generación que le siguió.
Para sorpresa y alegría suya, Vanessa también había sido invitada. Durante el cóctel de clausura no se separaron. Rieron, bailaron, se abrazaron. Él le recitó uno de los poemas que había escrito, le dijo que quería compartir momentos a su lado, que quería invitarla a salir, que deseaba que fuera su novia y eventualmente hacerle el amor, en una especie de desmedida incontinencia verbal y emocional en las que no se reconoció. Ella dijo que si a todo, así que quedaron en salir a la semana siguiente.
Después comer, no dejaron de besarse de camino al hotel. Después de horas de hacer el amor, ella preguntó si podía hablarle sobre algo.
- Claro! - respondió él.
Recién había roto con su novio. Ella era gerente de capacitación en una empresa líder en su ramo. Trabajaban en la misma empresa y él no perdía oportunidad de hacerla ver mal, humillarla, ignorarla y demás lindeces que solo un patán haría, en una mezcla de bullying, mobbing y violencia de pareja. Él tenía un hijo y según ella, no perdía oportunidad para correr a casa de su ex, ya fuera por cualquier asunto relacionado con el niño o para arreglar algo en la casa. No sentía que él valorara el apoyo e impulso que ella le había dado. Le había ayudado a prepararse para aplicar para un mejor puesto. Hombre de poca ambición, a instancias suyas se había hecho de un coche.
Él la escuchó atento hasta el final de su relato y la abrazo con ternura mientras pensaba que una joya así necesitaba en su vida. Secó con besos sus lágrimas y volvieron a hacer el amor.
A la semana siguiente repitieron la rutina. Él iba dispuesto a decirle que quería quererla, enamorarse de ella, construir una relación.
Después de hacer el amor, ella le pidió que la disculpara, pero que no podía seguir con la incipiente relación. Que aún quería a su novio y que intentaría arreglar las cosas con él. Él le dijo que entendía, que agradecía su honestidad, y le deseo la mejor de las suertes. Camino a su casa le preguntó sobre qué era lo la que hacía querer a su novio de esa manera a pesar del trato, en su opinión, carente de respeto que él le daba. Ella sonrió con picardía y respondió:
- Me gusta como me baila y como me coge...
- Ok. Y cada cuando te lleva a bailar?
- Por lo menos una vez al mes.
- Y cada cuando te coge?
- Todos los martes.
Se despidieron con un beso y un abrazo.
Mientras manejaba camino a su casa escuchando High and dry de Radiohead, pensó en el sinsentido de querer regresar con un hombre que te hace lo que te gusta 5 veces al mes mientras el resto se la pasa dándote un trato del que te quejas...

miércoles, 5 de abril de 2017

El hombre

Escuchó en la radio la noticia del bombardeo con armas químicas a la ciudad Siria de Jan Sheijun, en el que hubo al menos 58 muertos y unos 170 heridos (entre ellos varios niños), y no pudo evitar pensar, una vez más, en la salvaje indiferencia del ser humano. Para él, el hombre es la más primitiva de todas las especies que habitan la tierra. Un depredador, lo mismo con sus semejantes que con otros seres vivos, ya fueran plantas o animales. Alguna vez leyó que era Satanás quien en realidad gobernaba la tierra. Era cierto. Reinaba sobre, con y para su creación, el hombre. De que otra forma podría explicarse el establecimiento y preservación de sistemas que permitían al hombre cometer toda clase de atrocidades: explotación sexual y laboral de mujeres y niños, asesinatos en masa de hombres, mujeres y jóvenes, ya sea por estar en contra del sistema o para infundir miedo a la sociedad. La creación artificial de conflictos que derivaban en guerras dirigidas por gobernantes, empresarios y altos mandos militares desde sus escritorios. La tortura y el asesinato de animales, disfrazados de arte y entretenimiento. La explotación de los recursos naturales para acrecentar poder y riqueza en detrimento de otras especies, llevando a algunas de ellas, incluso, hasta la extinción. La mayor parte de estos crímenes quedaban sin castigo, perdidos en un laberinto de complicidades.
Para él quedaba claro que Dios no tenía injerencia alguna sobre el ser humano. Que las únicas creaciones de Dios eran las plantas y los animales, a quienes había dotado de los instintos necesarios (que por lo visto, eran más confiables que el libre albedrío) para sobrevivir, alimentarse y procrear. No necesitaban más. No mataban a otras especies por placer, sino para defenderse y alimentarse.
A diferencia de los animales, al hombre le había sido otorgado el libre albedrío, pero este era arrastrado por debajo de sus instintos provocando una perversión medida, calculada, enfocada.

Y el hombre se regodeaba en ella…

martes, 4 de abril de 2017

La tiranía de las ideas

En la Tiranía de las Ideas (Juan Miguel Zunzunegui. Grijalbo. 2014), el autor nos invita a un breve recorrido por la historia y nos habla de porque los gringos son como son, y porque los mexicanos somos como somos. De cómo las ideas nos tiranizan, pero también son fuente para la generación de riqueza. De cómo Estados Unidos, un país con pocos recursos pero de muchas ideas, ha sido capaz de generar riqueza y como México, con tanto recurso natural como tiene, pero sin ideas, ha sido incapaz de generarla.
Les comparto algunas ideas del epilogo del libro:

…la nación no existe…
…Existen los individuos…
…Y no hay otra forma de lograr la superación del colectivo imaginario que llamamos nación, si no nos concentramos en la superación del individuo…
…el individuo no puede superarse, pues el individuo es perfecto…
…los individuos casi no existen…
…han quedado prisioneros en esas jaulas ideológicas que son las naciones, las religiones, cualquier cantidad de –ismos y sistemas de creencias que solo existen precisamente para controlar al individuo; más aún, para destruirlo…
…un verdadero individuo no puede ser controlado jamás…
…Solo el desarrollo de individuos conscientes liberados de las estructuras sociales, históricas e ideológicas –que a fin de cuentas son estructuras mentales- puede llevar a la superación de esa abstracción a la que llamamos nación o patria; la superación del ente colectivo  a través del desarrollo y el crecimiento individual. El problema entonces es evidente, pues las naciones están gobernadas, dominadas y sometidas por políticos, y los políticos son, en esencia, enemigos del individuo y amigos de las masas…
…Los políticos (y aquí entran los líderes religiosos, sociales, grandes empresarios y en general cualquiera en una posición de poder)* buscan el control, el poder y el dominio. Los mueve la ambición. Incluso se han convencido a sí mismos de que en verdad tienen buenas intenciones, están dominados por esas bajas pasiones. De lo contrario no serían políticos…
…Ellos tienen ideas, planes y proyectos, ideologías y sistemas de creencias, y quieren generar masas que repliquen sus ideas. Todo el poder del político emana de esa circunstancia: de la existencia de masas amorfas que compartan la única visión del mundo y de la sociedad que ellos establecieron como válida. Las masas nunca van a superar, y mucho menos a liberar, a una nación…
…El pueblo no puede salvar al pueblo ni la nación a la nación…
…Los individuos liberados de la idea de la nación y el pueblo, y de todas las demás ideas, pueden salvarse a sí mismo. A mayor cantidad de individuos que logren esa liberación, mayor posibilidad existe de que ese colectivo imaginario se supere a sí mismo…
…México, al igual que cualquier país, es una construcción; es algo que antes no existía, que ahora existe y que en un futuro determinado  no existirá, porvenir cercano si no cambiamos nuestra forma de pensar…
…Los individuos, en contraparte, son realidades existentes, libres de formar ésta o cualquier otra patria; pero en muchos casos están tan perfectamente  programados, que son los primeros en atacar su propia individualidad al repetir teorías políticas que señalan precisamente que los individuos vienen y van pero las naciones son eternas…
…Las teorías políticas se inventan para afianzar y legitimar el poder de los políticos. Entre más les compremos las ideas políticas a los políticos, más lejos estaremos de la liberación y, por tanto, de la superación individual, único camino que podrá conducirnos a la liberación nacional; lo cual evidentemente tendrá que ocurrir por medio de una revolución, pero no de una revolución armada –pues ésta solo cambia a la persona o grupo que somete al resto de la estructura-, sino una revolución en el terreno de las ideas y de la conciencia…
…Las masas no tienen remedio…
…Los entes colectivos no tienen esperanza…
…Toda esperanza reside en los individuos; en su individualidad pero no en su individualismo…
…Los individuos son libres y capaces de pensar por sí mismos, a lo cual, precisamente, más teme el político…
…Una de las principales herramientas de los políticos para aniquilar el individualidad y generar masas amorfas y manipulables es la creación de esa estructura estática  a la que llamamos identidad: la idea de ser idénticos entre nosotros e idénticos a lo que fuimos en un punto del pasado…
…Toda identidad es una ficción, una construcción, una prisión masiva. La única y verdadera libertad consiste en romper las estructuras, no en reformarlas ni modificarlas, ni mucho menos cambiar al grupo de individuos que las controlan. Hablo además de estructuras mentales, ya que es en la mente, y no en la realidad, donde existen todas las demás estructuras y todas las prisiones…
…La mente humana, temerosa de lo que fluye y se transforma, siempre ha preferido las teorías por encima de la realidad. La realidad cambia y las teorías no; por eso la realidad siempre va a la  vanguardia y las teorías un tanto rezagadas…
…A los políticos no les importa la realidad. Ellos necesitan las teorías, porque más allá de lo que digan sus discursos y sus justificaciones para detentar el poder, en realidad no les interesa la nación, sino el poder por el poder…
…La profesión del político es la división y el conflicto…
…Los políticos del estado son vendedores: para poder mercarse a si mismos, venden esperanzas y paraísos. Por eso se dedican a fabricar infiernos, pues solo así pueden prometer edenes…
…El momento presente, el aquí y el ahora, el efímero instante, es la joya que todos tenemos a nuestro alcance. Ése es el único momento que nos ofrece la oportunidad de ser dichosos. Por eso los políticos nos recuerdan el pasado y nos prometen el futuro; un pasado como origen de todos los problemas y un futuro como su inminente pero inalcanzable solución. Desde la conquista hasta que votes por mi; desde el pecado original hasta que, por seguir mis normas y pagar el diezmo alcances el paraíso…
…La libertad y la plenitud están fuera de las estructuras…

*El texto en negritas es anotación mía.