
Con su hermana adolescente a inicios de los 70, escuchó a Carlos Lico, Héctor Meneses, Roberto Jordan, La Tropa Loca, Los Solitarios, Los Jinetes, Los Terrícolas, Napoleón, Los Ángeles Negros, José José (que desde entonces nunca fue de su gusto) y por supuesto, Juan Gabriel, quien fue su favorito durante los últimos años de su niñez. Nunca entendió como la gente se podía identificar con las letras de las canciones, sobre todo las sufridas, las que hablaban de desamor y abandono. Desde entonces, algunas le parecían cómicas y hasta ridículas. Él escuchaba las canciones por el ritmo y la melodia. Ponía atención a las letras que consideraba cercanas a la poesía, a la que se aficionó desde entonces.
Quien lo introdujo a la música en inglés fue su cuñado, gran fanático de The Beatles. También le enseñó a apreciar el sonido estereo. Era mágico como, al escuchar la música con audifonos, el sonido se repartía dentro de su cabeza. Podía identificar perfecto cada uno de los instrumentos. A finales de los 70 y ya afincado en Satélite, durante la secundaria su amigo "El Gallo" lo introdujo al rock de finales de los 60 y principios de los 70: Creedence, Deep Purple, Black Sabath, Peter Frampton, Bob Dylan, Queen, The Rolling Stones. Alucinó con el Made in Japan de Deep Purple, el Recorded Live de Ten Years After, y con los Led Zeppelin I, II, III y IV.

A inicios de los 80, y refugiado en la radio de la época (Radio Universal, La Pantera y Radio Capital), la principal fuente para acercarse al rock (genero que estaba por quedarse como el eje de su gusto musical), comenzó su melomanía. El primero disco que compró fue el sencillo (45 Rpm) Living thing, de Electric Light Orquesta, a quien siguió mientras mantuvieron su sección de cuerdas. Showdown, su rola favorita. Deslumbrante su álbum Time, una joya de electro-progresivo.
A principios de los 80 escuchó por primera vez a U2 con New years day del álbum War y los siguió, en retrospectiva y hasta el Atchung baby. Con Miguel, su compañero de deportes descubrió a Journey cuando, después de comprar el cassette del Escape, éste lo invito, casi a escondidas, a escucharlo en el estéreo del coche de su papá. En la misma época entró en contacto con Reo Speedwagon, Styx y Toto.
Junto con su primo Javier se volvió fan de Iron Maiden con el The Number of The Beast.

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